Hace 82 años atrás, uno de los nuestros nos enseñanza el camino del verdadero sentido del deber, aquel camino que deja huellas por siempre y nos instruye a diario, que es el amor al prójimo.

Como una exaltación al bien, Guillermo Santaella Aros, cayo en acto de servicio un 25 de enero de 1942, convirtiéndose en mártir y por tanto, tea para las futuras generaciones.

Guillermo Santaella Aros, nació en la ciudad de Antofagasta un 22 de mayo de 1920, hijo de Antonio Santaella Esojo, español oriundo de Málaga, su hermano Leocardio español nacido en Málaga, también era bombero Décimo Bomba España.

Nuestro recordado mártir ingreso a la Décima Bomba España de Santiago siguiendo los pasos de su hermano “Leocardio”, ingresando un 29 de julio de 1941.

Guillermo Santaella Aros, concurría a su cita con el destino ese día 25 de enero, a las 01.50 horas. A la hora señalada se recibe la alarma de fuego en la Mueblería La Europea. Luego conforme al desarrollaba del incendio, la comandancia ordeno a la Décima Compañía Bomba España, avanzar al siniestro a las 02.10 horas. La hora del deber se presento en calle Bandera esquina Moneda. La Décima, presta con su trabajo bomberil, procedió a combatir el fuego. El Capitán de la época don Jorge Cueto, siguiendo las instrucciones del mando, ingreso con sus voluntarios al restaurante “El Peñon”. Nuestro joven mártir se encontraba con el pitón, acompañado más atrás por el recordado bombero Décimo, Don Tomás Pombo. Cuando de improviso parte de una pared se derrumbo sobre Guillermo Santaella, alcanzando también en parte, al voluntario Pombo, pero sin mayores consecuencia para este último. Ante esto el Capitán Cueto, su ayudante don José Bustamante y el propio Tomás Pombo, procedieron raudamente en acudir a ayudar su hermano de ideal. Rápidamente con sus manos procedieron a sacar los escombros que cubrían a don Guillermo, siendo estos mismos escombros, los que se llevaron para siempre a nuestro hermano Décimo.

El destino jugo sus cartas, sus compañeros que estaban trabajando en el incendio, 35 en total, no pudieron hacer nada más por él. Esa noche en la calle Bandera con Moneda, su nombre quedo por siempre grabado en el firmamento del deber, dejándonos una gran pena y un ejemplo del deber ahora y por siempre.

25 enero 2024