Bomberos de Wefang,  recibieron el día viernes en la tarde una inusual alarma, un niño había caído a un pozo de 90 metros de profundidad. Se despachó a la emergencia una dotación de bomberos, además un oficial de fuego que se encontraba de guardia para evaluar la emergencia.

Wefang es una ciudad-prefectura en la provincia de Shandong, en la  República Popular China. Su territorio es de 15.800 metros cuadrados, con una población aproximada de 9.086.200.

Un niño de 6 años de edad cayó por un pozo de 90 metros de profundidad, el pequeño se encontraba a 11 metros, el pozo tiene un diámetro de 30 cms.  El infante se encontraba muy asustado y no cooperaba con bomberos, los que le enviaron dos cuerdas para que se amarrara los brazos. Trataron de enviar a otro niño para que los amarrara pero no fue posible por lo angosto del pozo. El oficial solicito que los padres le hablaran desde la superficie, enviaron dos curdas y una cámara para guiar el trabajo. Esta vez si obedeció y se amarro ambas manos con la cuerdas, entonces bomberos comenzaron a levantarlo en forma muy lenta, evitando lo más posible el roce con la paredes del pozo, o que este colapsara.

Con la cámara de vídeo pudieron realizar el trabajo con mayor seguridad, al tercer intento el pequeño logro salir sin heridas de consideración, al salir del pozo unos aplausos y gritos de alegría dieron por terminada la labor bomberil.

El padre felicito a cada uno de los bomberos por su paciencia y profesionalismo.

No está claro los motivos de porque el niño cayo al pozo, quedando la investigación en manos de la policía. La dotación de bomberos al llegar a su cuartel eran esperados por sus compañeros y fueron recibidos con alegría por el buen desempeño en la emergencia.