Bernardo O’Higgins Riquelme, considerado el padre de la patria, nació un 20 de agosto 1778, en Chillán Viejo.

Hijo natural del gobernador de la Capitanía General de Chile y virrey del Perú, don Ambrosio O’Higgins y de Isabel Riquelme Meza. Estudio por instrucciones de su padre inicialmente en Chillán, posteriormente en Lima, completando sus estudios en Inglaterra. En 1802 debido a la muerte de su padre, regresa a Chile, radicándose en su hacienda, recibida en herencia, San José de las Canteras, de Los Ángeles.

Participó en forma activa en los hechos que dieron lugar a la primera junta nacional de 1810, lo que trajo la independencia del país. Bernardo O’Higgins dejó sus tareas agrícolas y se convirtió en militar. Siendo importante figura de la emancipación chilena. Entre 1817 y 1823, ejerció la jefatura del Estado bajo el título de director supremo, cargo al que renunció, exiliándose en Perú hasta su muerte. Considerado uno de los Libertadores de América, fue capitán general del Ejército de Chile, brigadier de las Provincias Unidas del Río de la Plata, general de la Gran Colombia y uno de los principales organizadores de la Expedición Libertadora del Perú.

Participo en todos los ámbitos de la independencia, ya sea como militar en las batallas, o como primer Director Supremo de la nueva nación.

En 1810, fue elegido diputado de la recién formada Junta de Gobierno y nombrado coronel de ejército en 1811. En 1813, se enfrentó por primera vez a los realistas en la batalla de El Roble. Su rivalidad con José Miguel Carrera, el otro líder de la Independencia, lo enfrento 1814, en el combate de Tres Acequias. Su destacado espíritu patriota fue primero uniéndose  a José M. Carrera para enfrentar la invasión de las fuerzas realistas dirigidas por Mariano Osorio. En la Reconquista, emprendió en la ciudad de Mendoza, junto a José de San Martín, la formación del Ejército Libertador de Los Andes y dirigió la ofensiva chilena.

Vencidas las fuerzas realistas,  un 12 de febrero de 1818, firmando la Proclamación de la Independencia de Chile.

Bajo su gobierno, tuvo relevancia la construcción de escuelas primarias, la reapertura del Instituto Nacional, y de la biblioteca nacional, como así mismo la creación de la Escuela Militar.

Como Director Supremo, tomó decisiones como la abolición de los mayorazgos y de los títulos de nobleza,  supresión de los escudos de armas y la creación de la legión al mérito. Medidas que le significaron la antipatía de la aristocracia criolla de la época.

Su abdicación voluntaria un 28 de enero de 1823 como Director Supremo de Chile, sin duda es uno de los  incidentes más tristes de su vida, estimándose como la más alta expresión de su devoción a Chile, para evitar una guerra civil.

En destierro, ofreció una carta a todos los chilenos, en donde deja en manifiesto su amor por la patria.

“Ya que no puedo abrazaros en mi despedida, permitid que os hable por última vez. Con el corazón angustiado y la voz trémula, os doy este último adiós; el sentimiento con que me separo de vosotros  es comparable a mi gratitud; yo he pedido esta partida que me es ahora tan sensible; pero así lo exigen las circunstancias que habéis presenciado y que yo he olvidado para siempre. Sea cual fuere  el lugar a donde llegue, allí  estoy con vosotros y con mi cara Patria…

“Virtuoso Ejército! ¡Compañeros de armas!  Llevo conmigo la dulce memoria de vuestros triunfos y me serán siempre gratos los que la Patria espera de vosotros para consolidar su independencia.

Valparaíso, julio 27 de 1823.

Bernardo O’Higgins Riquelme,  Fallece en Lima el 24 de octubre del año 1842.

Un lunes 24 de octubre de 1842, a las 12.30 horas Bernardo O’Higgins fallece a la edad de 64 años. Sus últimas palabras fueron ¡Magallanes, Magallanes…!