Un día como hoy 7 de marzo de 1875, nació Joseph Maurice Ravel, en la ciudad de Ciboure, Ziburu en euskera y Ciburu en el castellano fronterizo. Lugar de Francia, del departamento de Pirineos Atlántico, denominado País Vasco francés.

Maurice Ravel, fue un compositor de música clásica, su obra orientada al impresionismo, muestra un estilo audaz neoclásico. Formas que dan como resultado una compleja herencia y de hallazgos musicales que revolucionaron la música para piano y para orquesta. Reconocido como maestro de la orquestación.

Heredó de su padre, ingeniero suizo, su afición por los artefactos mecánicos, los que en sus obras son fáciles de encontrar. Su madre de origen vasco, lo condujo hacia su fascinación,  España, fuente de inspiración para él. Comenzó sus estudios de música a los siete años y a los 14 años en 1889, fue admitido en el Conservatorio de París.

Una de sus obras más conocidas Bolero, obra musical creada en 1928 compuesta y dedicada a la bailarina Ida Rubinstein. La presento en el Ópera Garnier de París el 28 de noviembre, éxito rotundo de inmediato. Pieza inspirada en una danza española, caracterizada  por un ritmo y un tempo invariables, con una melodía obsesiva, “ostinato” en do mayor. La que se repetida una y otra vez sin ninguna modificación salvo los efectos orquestales, en un crescendo que, in extremis, se acaba con una modulación a mi mayor y una coda estruendosa.

A comienzos de 1933, a la edad de 58 años, Ravel comenzó a presentar los síntomas de una enfermedad neurológica, que lo condenaría durante cuatro años, hasta su fallecimiento en diciembre de 1937, a no poder escribir ni tocar instrumento.

Se cree que un accidente que tuvo en un taxi en 1932, le ocasiono este problema con la motricidad y el lenguaje.

Su muerte causó en el mundo una verdadera consternación, muriendo con él, el último representante de una generación de músicos que innovaron con sus nuevas escrituras musicales, sin dejar las bases de la música clásica.