Como es natural, y por supuesto, así lo siento, deseo a todos muchas felicidades para es te año 2018. Para mis amigos de toda la vida, mis compañeros de casco y cotona, les transmito este renovado sentimiento de aprecio. Hoy, en este primer día laboral de este año, donde la rutina diaria del devenir de esta aciaga aceleración cotidiana, nos obliga a sumarnos a la fila mundana, no está demás reconocer que podemos hacer la diferencia y comenzar el año, con fuerzas y un anhelo de ser mejores. Y para ser mejores, no debemos ni necesitamos brillar ni sobresalir por el resto, solo debemos sentirnos optimistas. No debemos tratar de cambiar el mundo, creo que debemos verlos tal como es, la hermosura del sol en verano, la lluvia de invierno, la neblina, el viento que nos acaricia, la risa de los amigos, saber que se hace en bien a los demás, una buena conversación, una deliciosa fruta, una canción, un buen libro, la alegría contagiosa de un  niño, hablar bien de los amigos, mi familia, entre tantas cosas más que nos regala la vida.

Todo está ahí queridos amigos, y en este nuevo año, solo tenemos que sentirlo. La Séptima siempre ha enfrentado la realidad, por fuerte que ella sea, pero la unión y la familiaridad hace que seamos fuertes ante la adversidad y optimistas cada día y para este 2018 esa es la meta.

Un buen año para todos, como bien dicen por ahí, siete abrazos y siete veces los mejores deseos para este 2018.