Septima Compañia de Bomberos
“Bomba España”
Valparaíso
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El día 8 de noviembre, cuando el incendio forestal de Camp Fire en California, amenazó y destruyo posteriormente muchas casas. 27.000 mil habitantes del lugar, debieron salir tan rápido, que solo lo hicieron con lo puesto.
Fue el caso de una familia que evacuó tan rápido y sorpresivamente que a su mascota, un perro de Nombre Madison, de raza “pastor de Anatolia”, lo tuvieron que dejar abandonado, a su suerte.
El Pastor de Anatolia, también se le conoce como Karabash , cabeza negra en turco, es una raza de perro originaria de la región de Anatolia en el centro de Turquía. Desciende de los antiguos perros guardianes, defensor de los rebaños de lobos, chacales y osos.
Es un perro independiente y fuerte, guardián por excelencia, realiza su trabajo sin supervisión del amo. Son inteligentes, robusto y aprenden rápido, pero pueden elegir no obedecer cuando se trata de amos con poca personalidad. El macho puede medir entre 80 y 110 cms. de alto.
Los dueños del perro, cuando se encontraban en el albergue, con la prohibición de no regresar a su hogar, hasta superada la emergencia. Informaron su caso a “K9 Paw Print Rescue”, para que esta entidad voluntaria, pudiera hacer algo al respecto. “K9 Paw Print Rescue”, es una agrupación estadounidense, que se encomienda en rescatar, rehabilitar y buscar nuevos hogares a animales que han sido abandonados o abusados.
Este voluntariado encontró al perro en los escombros de la casa, no había abandonado su deber de guardián. No permitió que lo llevaran fuera del lugar, por tanto K9 Paw Print , solo pudo llevarle agua y alimento. Por cierto, el perro se encontraba bien, a pesar que el fuego había destruido todo a su alrededor, no se explican cómo sobrevivió.
Uno de los voluntarios vestía ropa de la familia, a objeto que Madison mantuviera la esperanza de volver a ver a sus amos. También explicaron los integrantes de la patrulla que: “Había visto a Madison unas cuantas veces en lo profundo del Cañón, pero sabía que se tomaba en serio su trabajo y que no iba a ser una captura fácil”, por tanto, lo mejor es que siga en su lugar. Cumpliendo su labor de guardián. Después de un mes, la familia regreso a lo que quedo su hogar, y la emoción del reencuentro fue muy conmovedora.
“Se quedó para proteger lo que quedó de su casa y nunca se rindió con su gente. Estoy tan feliz y llorando mientras escribo esto”, relató uno de los dueños, “Debió haber sido un mes muy largo para él”.
Agregó uno de los rescatistas; “Imaginen la lealtad de quedarte ahí en las peores circunstancias, esperando el reencuentro”. lunes 10 de diciembre
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