Hace pocos días atrás, el 21 de mayo, conmemoramos la batalla Naval de Iquique, ocurrida en el año de 1879, hace 144 años. Es emocionante e inspirador el hecho que nuestros compatriotas cumplieran con su deber para y por Chile, por lo que probablemente la palabra orgullo quede pequeña para expresar el agradecimiento para todos esos marineros que nos dieron gloria.

Dentro de estos valiente héroes, encontramos a dos marineros relacionados con bomberos. A bordo de la corbeta Esmeralda se encontraba el Guardiamarina Ernesto Riquelme Venegas, bombero de la Segunda Compañía de Bomberos de Santiago, Bomba Sur. El que había ingresado a la Segunda Compañía, 8 años antes de su cita con la historia.

Por otro lado, el Cirujano Primero Francisco Cornelio Guzmán Rocha, quien fuera tomado prisionero el día de la batalla y que fue liberado en el mes de diciembre del mismo año, sintió el llamado del deber bomberil, ingresando a la Segunda Compañía de Bomberos de Santiago el 22 de marzo de 1890, la misma Compañía de su compañero de mar, Ernesto Riquelme.

La historia de Chile y la historia de los Bomberos Chilenos, recorren unidos de una u otra forma este vinculo de gracia, que se escribió y se escribe con pasión. A continuación continuamos encontrando esta unión de la historia de este combate con los bomberos.

De los pocos sobrevivientes de la Esmeralda, se encontraba el marinero Vicente Zegers Recasens, encargado del aprovisionamiento de las municiones en la esmeralda, quien escribió una carta a su padre, donde contaba los pormenores de la batalla, en esta carta histórica, Zegers hace referencia al bombero y Guardiamarina Riquelme, la que me permito adjuntar a continuación algunos pasajes de sus letras.

«Seguí mi camino a proa, y allí encontré a mi compañero Riquelme que con un valor digno de todo elogio disparaba sin cesar. Me dio la mano y me dijo, «si la suerte nos es adversa a uno de los dos, espero que ambos sabremos cumplir como amigos y compañeros. Agregó algunas otras palabras y continuó con su tarea después que yo le hubiera prometido cumplir con lo que me pedía.»

«Comuniqué yo esta triste noticia a mi compañero Riquelme, que fue el primero que encontré haciendo de cabo de un cañón, y fue tal su exaltación al oírme, que, saltando del castillo a cubierta, gritó ¡Muchachos nuestro comandante ha muerto, corramos, que es necesario vengarlo!

Al oír nuestra gente aquellas palabras, se conocía que palpitaba de entusiasmo a la sola idea de saltar al abordaje sobre la cubierta del Huáscar».

Siguiendo con este vinculo de unión, la Primera Compañía de Bomberos de Iquique fue la que recibió los cuerpos del Héroe Capitán Arturo Prat y de Ignacio Serrano Montaner, este último también supo cumplir con creces con su deber para con la patria. Fue él quien siguiendo el ejemplo del Capitán Prat, salto con doce valientes chilenos sobre la cubierta del Huascar, donde recibió disparos de la tripulación del Monitor peruano. Serrano fue recogido por estos mismos marineros peruanos y llevado a un camarote con la herida de muerte.

Una vez concluido el combate, desde el Huascar bajaron entre otros los cuerpos de Prat y del Tte., I. Serrano, estos quedaron el la vía, entre el puerto y la aduana. Y junto a ellos el moribundo marinero Juan De Dios Aldea Fonseca, quien fue rescatados por unos cuidadnos italianos, falleciendo unos días después.

Por otro lado, el bombero de nacionalidad española perteneciente a la Décima Bomba España de Santiago, don Eduardo Llanos en compañía de otro español, don Alvarez de las Asturias, tomaron la iniciativa de rescatar a los héroes para su digna sepultura, llevándolos hasta el cuartel de la la Primera de bomberos de esa ciudad. Nuevamente en estos pasajes históricos del Combate Naval de Iquique, se cruzan los caminos de Chile y de sus bomberos.

Como bien pueden observar queridos amigos, no podemos dejar pasar estas emocionantes y estremecedores pasajes históricos de la patria y la de nosotros los bomberos, con la debida proporción y respeto hacia nuestro Chile, bomberos tenemos un legado de patriotismo y de deber.