Un día como hoy 10 de mayo de 1508, miércoles a las 10,00 horas, (hora estimada por algunos historiadores), el señor Michelangelo Buonarroti, se planto frente a esa enorme nave, otrora capilla de la fortaleza papal, acomodo una pinturas en un rincón del lugar, tomo una paleta y varios pinceles en sus manos y comenzó a pintar la conocida Capilla Sixtina.

En efecto Miguel Angel, dio comienzo a su obra magistral, una maravilla en sus colores, representaciones, matices, concordancias, veracidad de sus imágenes e inmensidad de espacio un día como hoy. El Papa Julio II, le solicito a Miguel Angel pintar el techo de la Capilla, donde plasmo diversas escenas del antiguo y nuevo testamento.

Su trabajo duró cerca de 4 años, trabajó a 20 metros de altura, en andamios, ubicándose de espalda, parado, acostado, de lado, en fin, de diferentes posiciones para alcanzar su representación de más de 400 figuras con hermoso colorido, ocupando 1,100 metros cuadrados. La escena más afanada es la creación de Adán.

Miguel Angel, en la capilla Sixtina pinto una de las obras de arte más brillante del mundo, incluyendo hasta los días hoy, donde existen diversas tecnologías que apoyan al pintor contemporáneo y haciendo de alguna manera más fácil su trabajo.

La cantidad de visitantes que a diario admiran esta obra cumbre de la pintura son miles, y como reflejo de la admiración, en su interior los visitantes la contemplan con respeto a baja voz y con desplazamientos lentos mientras observan la pintura.