El pinar al viento
vasto y negro ondula,
y mece mi pena
con canción de cuna.

Pinos calmos, graves
como un pensamiento,
dormidme la pena,
dormidme el recuerdo.

Un día como hoy 7 de abril de 1889, nace Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, Gabriela Mistral en la hermosa y asoleada ciudad de Vicuña.

Poetisa, diplomática, feminista y gran profesora. A los pocos días de nacida sus padres la llevaron a la Unión, hoy llamada Pisco Elqui, pero su pueblo querido fue “Montegrande”

Montegrande está ubicado al interior del valle de Elqui, en la comuna de Paihuano. El este pueblo vivió Gabriela, desde los tres a los nueve años y es en este lugar que solicito ser enterrada.  Es una de las figuras más importantes de la literatura de nuestro país y del mundo. Obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1945, reconocimiento mundial a sus letras.

Según cuenta ella misma, su padre Juan Jerónimo Godoy Villanueva, abandono su hogar cuando ella tenía 3 años, siempre lo defendió y lo quiso incondicionalmente.  En una oportunidad mientras revisaba papeles antiguos en su casa se encontró con unos veros de su padre. Cito textual, ”Esos versos de mi padre, los primeros que leí, despertaron mi pasión poética”.

A los 15 años se enamoró platónicamente de Alfredo Videla Pineda, mucho mayor que ella con quien ella sostuvo intercambio de cartas por más de 1 y medio.  Posteriormente en 1906 conoció a Romelio Ureta, un funcionario de ferrocarriles, quien se suicidó luego de no poder devolver un dinero sacada de su trabajo.  A raíz de este suceso, se relaciona sus versos sonetos de la muerte con su amor Romelio. En 1904 trabajo como profesora ayudante en Compañía Baja en la Serena, al mismo tiempo comenzó colaborando con el diario El Serenense, luego al siguiente año continuó escribiendo en él y en La Voz de Elqui, de Vicuña.

No pudo estudiar para profesora por la falta de dinero, pero en 1910 convalidó sus conocimientos ante la Escuela Normal № 1 de Santiago y obtuvo el título oficial de “Profesora de Estado”. Llegó el 12 de diciembre de 1914 donde gano el primer premio en el concurso de literatura de los «Juegos Florales» organizados por la FECh en Santiago, por sus Sonetos de la muerte. A partir de esa fecha comenzó a utilizar su seudónimo de Gabriel Mistral.  Esto es en  honor a dos de sus poetas favoritos, el italiano Gabriele D’Annunzio y el francés Frédéric Mistral.

En 1926 trabajo en Europa como secretaria en una de las secciones de la Liga de Naciones , ocupando luego la secretaría del Instituto de Cooperación Internacional, de la Sociedad de las Naciones, en Ginebra.

El premio Nobel lo recibió en  1945 en la ciudad de Petrópolis, Brasil, donde desempeñaba la labor de cónsul desde 1941.

Falleció el 10 de enero 1957 en la ciudad de Nueva York

Libros, callados libros de las estanterías,

vivos en su silencio, ardientes en su calma;

libros, los que consuelan, terciopelos del alma,

y que siendo tan tristes nos hacen la alegría!

Mis manos en el día de afanes se rindieron;

pero al llegar la noche los buscaron, amantes

en el hueco del muro donde como semblantes

me miran confortándome aquellos que vivieron.