En el día de hoy 03 de mayo, se conmemoro el martirologio de Alfredo Bilbao Fernández, bombero Séptimo, quien cayera en el cumplimiento del deber, hace exactamente 130 años atrás, en un día como hoy.

En una emotiva y significativa romería en el lugar donde cayera el mártir Alfredo Bilbao, la Séptima Compañía de Bomberos de Valparaíso, se llevó a efecto esta remembranza de quien fuera el primer mártir de nuestra Compañía. Posteriormente se llevo a efecto en el cuartel una convivencia, con los invitados especiales. Nuestra Compañía hermana Décima Compañía de bomberos «Bomba España» de Santiago, nos brindaron con su presencia, realzando la ceremonia en emotividad.

En los honores de esta gesta modesta pero de impresionante sentido del deber, ese que va mucho más allá de la propia vida, todo por asistir en ayuda al prójimo, el recuerdo del mártir Alfredo Bilbao Fernández, fue enaltecido con respeto, admiración y sin duda, honor.

El Señor Director de la Séptima Compañía «Bomba España» de Valparaíso, Don Alex Freire Villalón, se dirigió a los asistentes a esta ceremonia con emotivas palabras, las que nos trajeron al presente el significativo ejemplo de entrega de Séptimo, en donde nuestro lema queda más presente que nunca, «La Séptima en el Cuerpo, Primera en el deber».

El discurso del señor lo transcribo a continuación.

Director Alex Freire Villalón.

En la lejana tierra de Santander, nación un alma valiente que, con el ímpetu de la juventud, cruzó mares y horizontes para encontrar su destino en la acogedora tierra chilena. Desde su llegada en el año 1886 a la ciudad de Iquique, su espíritu de entrega y coraje dejo una huella imborrable en los anales de la historia Bomberil.

Este hijo de Santander, con su pasión ardiente, su compromiso inquebrantable y su sangre española generosa, lo llevo a formar parte de este estilo de vida, que abrazamos los Bomberos, formando filas en la Primera Compañía de Bomberos de Iquique “Bomba Ibérica” hasta el mes de junio del año 1893, para trasladarse a nuestra ciudad por motivos laborales; convirtiéndose en un símbolo de solidaridad y servicio en su nueva patria, ingresando a nuestra Compañía en el mes de noviembre de ese mismo año, compartiendo este ideal junto a su hermano Manuel Bilbao, quien ya era parte de la Bomba España de Valparaíso, dedicando su vida a proteger a sus semejantes, enfrentando con valentía los peligros que amenazaban constantemente la seguridad de la comunidad.

Fue ese fatídico 3 de mayo de 1894, cuando la llama del deber lo llamó una vez más. En medio del fragor del fuego, demostró su temple y sacrificio supremo, ofreciendo su vida para salvar a otros y en este acto heroico, se convirtió en un mártir, cuya memoria perdura como un faro de inspiración y honor.

Hoy nos reunimos en el lugar donde inmolo su vida hace ya 130 años, para que su nombre y su legado sea recordado por generaciones, como un tributo a su nobleza de espíritu y a su entrega desinteresada. Que su ejemplo ilumine nuestros corazones y nos impulse a seguir su camino de servicio y sacrificio.

Alfredo Bilbao Fernández, en la llama ardiente de la vocación se forjo tu destino, con valor y entrega, sin titubeo te lanzaste al peligro con pasión. Tu corazón, que fue un faro en la oscuridad te iluminó esa noche y tú sacrificio hoy es una epopeya incontada en las futuras generaciones.

Por siempre recordaremos tu nombre, como un faro que nos guíe en la tormenta, en cada gesto de honor tu nombre y sacrificio perdurara en el alma de quienes hoy abrazamos el ideal de servicio que tu abrazaste en los comienzos de nuestra querida Bomba España. Descansa en paz, héroe de los cielos, tu legado vive en cada acto noble, en la lucha constante del diario vivir Bomberil, en los anhelos de todos los que hoy vestimos con orgullo la granate y llevamos grabado a fuego el Siete en nuestros pechos y en cada latido del noble corazón del Bombero Ibérico.

¡Honor y Gloria al Joven Mártir de Santander, que en Chile encontró su destino y en el fuego encontró la eternidad!

Muchas Gracia