El incendio que comenzó el día sábado 12 del presente en el condado de Lake en California, ha sido una catástrofe en lo destructivo de los últimos 4 años, la misma cantidad de años en sequía de la región. El gobernador de California, Jerry Brown, declaró el día domingo el estado de emergencia en los condados de Lake y Napa, a objeto de obtener más recursos para combatir el fuego.  El incendio ha obligado a evacuar a miles de personas, y ha consumido a cientos de casas. Hasta el día lunes el fuego continuaba activo.

El fuego ha destruido comunidades de Middletown y de Cobb.  Bomberos tiene desplegado en la zona del incendio a más de 5.000 con más 625 carros bombas, más la ayuda de aviones y helicópteros. Hasta el momento se calcula que se han quemado más de 16.000 hectáreas.  El portavoz del departamento de Incendios del estado, Daniel Berlant, afirmó que “cientos de estructuras han sido destruidas” a falta de un recuento de daños detallado. Cuatro bomberos han resultado heridos con quemaduras de segundo grado. Por la noche, el departamento precisó que el fuego había arrasado 400 viviendas.

Los vecinos han tenido que evacuar en forma apresura debido a la rapidez del fuego, avivado por la fuerza del viento.  Mark Ghilarducci, director de la Oficina de Emergencias del Gobernador, explica en The Sacramento Bee que “los arbustos y los árboles no tienen ninguna humedad” y en el momento en que el fuego toca los árboles se produce una “conflagración”. “Los fuegos se extienden más rápido de lo que yo haya visto en 30 años”, dijo.

Por otro lado El fuego de Lake y Napa,  se sume al que está consumiendo bajo condiciones iguales al del condado de Butte, ubicado más al norte, donde también se han ordenado evacuaciones obligatorias.  Este  fuego comenzó el miércoles pasado y ya ha quemado 26.000 hectáreas en los condados de Amador y Calaveras. El departamento de Bomberos estatal contabilizaba este domingo 81 casas destruidas y otros 51 edificios. El fuego solo está controlado en un 20%.