Bomberos de Yongzhou, recibieron una alarma en la tarde de ayer para rescatar a un niño de 7 años, que quedo con su mano derecha atrapada entre dos muros.Yongzhou, es una ciudad y prefectura en el sur de Hunan, República Popular de China.Bomberos al llegar al lugar, comprendieron que la situación podía ser abordada conforme a sus conocimientos, experiencia y material menor con que contaban.  Pero no siempre lo que es claro para uno,  lo es para otro. Al niño se le cubrió la cabeza completa a objeto de evitar que le salpicara algún fragmento de la pared y comenzaron a utilizar un martillo hidráulico. Pero lo imponente y macizo de la herramienta, sumándose  el ruido del equipo y los pedazos de piedra que le caían al niño, fue suficiente para asustarlo y comenzó a llorar. Bomberos entendió que además de estar atrapado, el niño se encontraba en un estado alterado de susto, lo que era más complicado y lógicamente traumático para un niño de tan corta edad.  Por tanto, bomberos tomó la decisión de trabajar  simplemente a mano. Martillo y punzón continuaron su labor de rescate, golpeando la muralla de cemento con paciencia, lo duro del cemento no era impedimento para que una simple conversación amigable, atenuara el susto del niño.  Finalmente el pequeño fue rescatado, sin mayores consecuencias para él, fue llevado a un hospital para una revisión y posteriormente derivado a su casa.La importancia de enfrentar una emergencia, radica también en considerar los “detalles” que se presenta en el momento mismo de esta.