En las letras de a continuación, reconoceremos a los bomberos de Pedernales por su trabajo denodado y responsable, que desde los primeros momentos en que ocurrió el terremoto 7.8 que azoló a esa localidad de ecuatoriana, no han parado de trabajar hasta los días de hoy.

Pedernales es un cantón de la provincia de Manabí en Ecuador, con una población de 55.500 habitantes aproximadamente.

El día sábado 16 del presente, momentos antes del terremoto, los bomberos fueron despachados a un accidente vehicular en la carretera. Tres bomberos concurrían a esa emergencia y cuando se disponían a bajar del carro bomba, comenzó el temblor. El temor debió dejarse de lado, aun cuando sentían que la tierra se movía con rudeza bajo sus pies. Al tiempo en que veían como algunas construcciones colapsaban producto del sismo. Atendieron el accidente rápidamente, el que afortunadamente no era de consideración. De inmediato se avocaron a las labores de rescate, estos tres bomberos no dejaron de trabajar. Incansablemente cumplieron con su compromiso, dándose cuenta que la catástrofe era mucho mayor de los que se apreciaba en los primeros momentos.

El Capitán de Bomberos Sebastián Herrera, señalo en una entrevista que “Atender una calamidad de tal magnitud, para los bomberos de la comunidad, «es traumante», porque hay personas amigas, conocidas y niños. Incluso pueden ser nuestros propios familiares afectadas, pero es nuestro deber y nos debemos a nuestro trabajo bomberil.

El bombero Juan Zambrano, explico en una entrevista “Sentíamos una desesperación por  nuestras familias, esposas o hijos y familiares. Pero yo y mis compañeros teníamos claro nuestra obligación, “debemos acudir en la ayuda de los demás”

Sabían que contaban con 72 horas para buscar y encontrar a las victimas atrapadas en los escombros, labor que no podía parar y además era en todas partes. En varias oportunidades cuando logramos un rescate exitoso, recibimos como se lo dijo una persona rescatada “Gracias amigo, por darme nuevamente la vida”, esas simples pero sinceras palabras fueron recibidas por los bomberos de Pedernales, dándoles valor para continuar adelante, entregándoles fuerzas cuando se encontraban abatidos por la inquietud por sus familiares.

Para los bomberos locales, no hay mejor sentimiento en el trabajo bomberil que la gratitud de los pobladores. Son estos propios bomberos los que tienen fe en que Pedernales, saldrá adelante y que en poco tiempo estarán de pie. Y que los bomberos estarán ahí prestos en acudir en su ayuda cuando sea necesario.