Un edificio construido en la década de los 60 en Teherán, colapso ayer a las 10.00 hora local, como consecuencia de un incendio de proporciones que lo afecto. Lamentablemente al momento del derrumbe total del edificio, se encontraban trabajando en su interior 30 bomberos, los que murieron en acto de servicio.

Teherán es la capital de la República Islámica de Irán. Situada en el norte del país, en una meseta, con una población aproximada de 8.429.807 habitantes.

Diez parques de bomberos trabajaban en la extinción de las llamas, que se reportó a primera hora de la mañana, cerca de las 08.00 horas, explicó el vocero del departamento de Bomberos Jalal Maleki. Luego de la desgracia, el ejército envió personal para ayudar en la remoción de los escombros, los que cayeron sobre la acera cubriendo y destrozando todo en donde cayó.

El edificio de 17 pisos, construido por el empresario judío-iraní, Habib Elghanian, recibiendo el  nombre de su empresa de manufacturas, “Plasco”, fue el más grande en su época en la ciudad.

Según los primeros informes, unas 75 personas (civiles), resultaron heridas. Probablemente la cifra de bomberos fallecidos pueda aumentar en el transcurso de las horas. Los civiles heridos son la gran mayoría personas que observaban el siniestro y otros los dueños de negocios del bazar más grande de la ciudad, que se encuentra a un costado del edificio, quienes intentaron rescatar algunas de sus pertenencias.

La televisión estatal iraní, Press TV, informó de la muerte de los bomberos sin ofrecer la fuente de su información. Una televisora local reportó que 60 civiles resultaron heridos, mientras que la agencia de noticias estatal IRNA apuntó que 45 bomberos presentaban lesiones.

Bomberos trabajaron combatiendo el fuego por varias horas, antes que el edificio se derrumbara, para ese momento los bomberos ya estaban en el interior lucharon contra las llamas.

El desplome del edificio fue en cuestión de segundos, como mostró en vivo la televisora estatal, que había comenzado una entrevista con un periodista desplazado al lugar del incidente. Una densa columna de humo marrón se elevó sobre los restos.

Testigos lloraron de pena ante la desgracia, bomberos