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Sin darnos cuenta, casi imperceptible ante nosotros, hay ciertos artículos que están al alcance de la mano y que por tanto los utilizamos a diario y en ciertos casos, nosotros no podemos dejar de usarlo. Mientras comienza esta grafía, tome su celular, encienda su equipo de música, utilice los parlantes, vea la televisión, guarde su cámara fotográfica de alta resolución, verifique su sistema de alarmas. Tal vez prefiera utilizar su computador personal. En todo lo nombrado anteriormente hay tres cosas en común. 1° Todos tenemos necesariamente uno o más de ellos. 2° Todos están compuestos por semiconductores, circuitos, componentes electrónicos, sensores de imagen, paneles, diodos láser, lentes y un sin fin de elementos para su funcionamiento. Y en Tercer lugar y ultima cosa en común, es que son de la Marca Sony.
Un día 07 de mayo de 1946, hace 78 años atrás, en un una ciudad semidestruida, luego de una destrozadora guerra, en un tercer piso de un viejo edificio en Tokio, Japón, los señores Akiro Morita y su amigo Masaru Ibuka, junto a un pequeño grupo de colaboradores, inauguraron su empresa, sin sospechar hasta ese momento lo importante que serian en el mundo entero con la presencia de sus productos. “Totsuken”,” Instituto de Investigaciones de telecomunicaciones de Tokio”, dada sus primeros pasos. En un país que la posguerra dejaba sus graves heridas, trataba de levantarse y seguir adelante. Esta empresa comenzó a reparar radios, haciendo de dos una, barnizando la madera que la cubría, dejándolas en perfectas condiciones. Con los componentes que podían obtener, fabricaban convertidores de onda corta, o transformaban estos en radios de onda media y su estrella fue la fabricación de receptores de cualquier longitud, llamados “superheterodinos”, estos comenzaron a tener una gran demanda.
Al poco tiempo de comenzar, la visión de estos grandes emprendedores se amplio a la tecnología y fue que así que presentaron al gobierno su programa de voltímetros con tubos al vació, el que sin duda fue un éxito. La empresa ya es exitosa, sus dueños deciden innovar en el nombre de la empresa. El señor Ibuka quien fuera un gran estratega en los conceptos comerciales, propuso el Nombre de Sony a su colega tecnológico señor Morita.
Sony proviene del vocablo latino “Sonus” y de “Sonny boy”, expresión muy popular utilizada en Japón de esos años para describir a un joven enérgico, vanguardista y de fuerte espíritu innovador. Estos conceptos llevaron definitivamente a la palabra Sony que conocemos hasta los días de hoy.
Sin entrar en detalles, sabemos perfectamente la importancia comercial que esta empresa sostiene en todo el mundo con sus productos. Son utilizados en los medios de comunicación, en las industrias, en la tecnología, en utensilios hogareños, en la investigación científica, en los grandes observatorios, en industrias, en la música, solo por nombrar solo algunos.
Pero creo que es importante rescatar más allá de su importante contribución a la vida cotidiana, es el espíritu, la perseverancia y la fuerza de creer un uno mismo para llevar adelante proyectos con visión de futuro. Estos dos “colegas” supieron y pudieron llevar adelante su proyecto en momentos sumamente difíciles para su país. Donde todo escaseaba, la alimentación y los servicios básicos eran la problemática diaria. La desazón y la tristeza de esos momentos, hacían casi imposible salir adelante. Pero el espíritu que reinaba en ese tercer piso, de ese viejo edificio, fue la base sólida para salir adelante.
78 años después, podemos aprender un poco de ese deseo del querer hacer y lograr buenos objetivos, se requiere talento pero tambien una dosis importante de responsabilidad y calidad en lo que hacemos.

07 mayo 2024