Un 9 de noviembre de 1940, hace 75 años, se estrenó en forma mundial el “Concierto de Aranjuez”, del maestro  Joaquín Rodrigo, en el Palau de la Música Catalana de Barcelona, España. Para esos entonces no existía orquesta que quisiera tocar un concierto con guitarra y orquesta, algo para esa época fuera de lugar. Finalmente la Orquesta Filarmónica de Barcelona la interpreto. El solista fue el guitarrista Regino Sainz de la Maza, dirigida por César Mendoza Lasalle. Fue el primer concierto para guitarra y orquesta en la música española del siglo pasado.

Posteriormente la obra se estrenó en Madrid un 12 de febrero de 1941 en el Teatro Español de Madrid bajo la dirección de Jesús Arámbarri, con guitarra solista de Regino Sainz de la Maza.

Esta magnífica obra fue escrita a principios de 1939 en París, muy lejos de aquellos tensos días en España. Casi terminando la guerra civil española y viviendo los amargos comienzos de la II guerra mundial. La orquestación es única, pocas veces el sonido de la guitarra se confronta a toda una orquesta, pero la guitarra no se diluye, destacándose en el solo del instrumento.

El concierto está dividido en tres movimientos, Allegro con spirito, Adagio y Allegro gentile.

El Concierto fue escrito para reflejar a los jardines del Palacio Real de Aranjuez, la residencia primaveral del rey Felipe II en la segunda mitad del siglo XVI, y posteriormente reconstruido a mediados del siglo XVIII por Fernando VI. La obra intenta transportar al oyente a los sonidos de la naturaleza de otro lugar y otro tiempo.  Pero, según las propias palabras del autor, el origen de esta obra es una reminiscencia. En 1933, él y su esposa la pianista turca Victoria Kamhi, pasaron su luna de miel allí, en Aranjuez, de ahí el nombre de la obra. Posteriormente se fueron a Alemania, donde esperaban a su primer hijo, el que nació muerto, y su madre casi murió por ello. En el segundo movimiento, el autor cuestiona a Dios por el aborto de su mujer y el peligro que le significo para ella. Eso se expresa mediante el pulso de la guitarra, al comenzar el segundo movimiento, representando un corazón latiendo. El movimiento tiene pena, rabia y desesperanza. Al final en el clímax de la guitarra y orquesta el autor «oye a Dios» y por fin se produce la aceptación del hecho y la paz del autor.

El maestro Rodrigo nació en Sagunto, Valencia, el 22 de noviembre de 1901, mismo día de la patrona de los músicos, Santa Cecilia. A los tres años de edad se quedó ciego a causa de una infección de difteria. Según él, la pérdida de la vista lo puso en el camino de la música