En nuestro país, el Día de la Madre se celebra oficialmente el 11 de mayo. Sin embargo, por razones prácticas, suele conmemorarse el domingo más cercano a esa fecha, facilitando así que las familias puedan reunirse y rendir homenaje a esa figura tan especial.

El origen de esta celebración se remonta a la antigua Grecia, donde se honraba a Rea, madre de los dioses Zeus, Hades y Poseidón. Los romanos, por su parte, festejaban a Hilaria con una celebración que duraba tres días. Sin embargo, el Día de la Madre que conocemos hoy tiene raíces más recientes, surgidas tras la Guerra de Secesión en Estados Unidos, como una manera de rendir tributo al amor maternal.

En nuestros días, esta es sin duda una de las conmemoraciones más tiernas y significativas. Es el momento en que la familia se une para expresar su amor y gratitud hacia mamá. Los niños preparan con esmero pequeños regalos hechos con sus propias manos; los jóvenes y adultos buscan obsequios más significativos, y quienes tienen mayores recursos, encuentran formas especiales de agasajarla.

Pero, sin lugar a dudas, el mejor regalo no es material. Un beso sincero, un abrazo de oso o un poema escrito con el corazón tienen un valor incalculable. Son gestos simples pero profundamente emotivos, que expresan el amor incondicional que ella nos brinda cada día.

¿Cuántas veces hemos conspirado con ella para lograr algún deseo? ¿Cuántas veces nos ha comprendido solo con una mirada? ¿Cuántas veces nos ha reprendido por nuestro propio bien? ¿Y cuántas noches ha velado nuestro sueño, sentada junto a nosotros para consolarnos? Nos aconseja, nos entiende y cocina esos platos que tanto amamos, cuyo verdadero secreto está en el ingrediente más importante: su amor.

El Día de la Madre es el momento perfecto para saludar a esa mujer que está presente las 24 horas del día, que nos lleva en su corazón y que late por nosotros. Es una ocasión ideal para reunirnos, compartir una comida en familia, regalar afecto y, sobre todo, agradecerle todo lo que hace por nosotros.

Planear esta fecha con anticipación es una forma de demostrar cuánto nos importa. Porque mamá merece no solo un día especial, sino todo nuestro amor, hoy y siempre.

Madrecita mía,
madrecita tierna,
déjame decirte
dulzuras extremas.

Es tuyo mi cuerpo
que juntaste en ramo,
deja revolverlo
sobre tu regazo.

Juega tú a ser hoja
y yo a ser rocío,
y en tus brazos locos
tenme suspendido.

Madrecita mía,
todito mi mundo,
déjame decirte
los cariños sumos.

Gabriela Mistral