Septima Compañia de Bomberos
“Bomba España”
Valparaíso
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«Pamploneses, ¡Viva san Fermín! Gora San Fermin!»
Ya pues, todo listo para el día de hoy inaugurar las tradicionales fiestas de San Fermín, celebración de carácter religioso conocida popularmente en todo el mundo, por los encierros.
“Sanferminak”, es una celebración en honor a San Fermín de Amiens, que tiene lugar desde el día 6 al 14 de julio en la ciudad de Pamplona, capital de Navarra, España.
San Fermín de Amiens fue un misionero católico nacido en Pamplona, c. 272 y falleció en Amiens, 25 de septiembre de 303. Fue primer obispo de Amiens, es considerado patrón de Amiens, Lesaca, y copatrón de Navarra, junto con San Francisco Javier.
Su fiesta comienza el 7 de julio, con el comienzo del festival de los Sanfermines.
Según la leyenda, nació en el siglo III, en Pompaelo, hoy Pamplona. Era hijo de un senador pagano de nombre Firmo. A los 18 años fue enviado a Tolosa, donde sería ordenado. Tras predicar en Navarra, marchó a la Galia, hoy Francia, y se asentó en Amiens. Después de organizar la iglesia local, fue nombrado obispo a los 24 años. En Amiens, a manos de Sebastián, el gobernador de la provincia, arduo perseguidor religioso contra los cristianos, siguiendo las instrucciones decretadas por el emperador Diocleciano, mandó apresarlo y decapitarlo. Ordenó su prisión y en la noche lo mando a matar, decapitándolo y escondió su cuerpo para que no lo encontraran los cristianos. En base a esta decapitación es que actualmente los corredores de los Sanfermines se anudan un pañuelo rojo al cuello. Es patrono de los boteros, vinatero y panaderos.
Los festejos comienzan con el lanzamiento del chupinazo (cohete pirotécnico), desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona, cuando el reloj de la plaza marca las 12.00 del mediodía del 6 de julio. Se dan por terminadas las fiestas a las 24 horas del 14 de julio con el canto de despedida “Pobre de mí”.
Por supuesto una de las actividades más conocidas y populares de esta fiesta son sus encierros, la que consisten en un recorrido de 849 metros delante de los toros en dirección a la plaza de toros. Los encierros tienen lugar todos los días entre el 7 y el 14 de julio y comienzan a las ocho de la mañana, con una duración media de entre dos y tres minutos.
Estas fiestas ya se encuentran registradas en el siglo XII y las ferias y corridas de todos datan del siglo XIV.
Desde mediados del siglo pasado, los sanfermines vienen evolucionando y se ha perdido gran parte de su carácter religioso. Pero la procesión es multitudinaria y acuden toda la ciudad, se realiza misa de campaña y se cantan canciones típicas del folklore, como la Jota en honor al santo en la Plazuela del Consejo o el “Agur jaunak”. Frente a la iglesia de San Cernin en que se dice que fue bautizado. También está el «riau-riau», con que se acompañaba, a los sones del «Vals de Astráin».
Los encierros
El recorrido del encierro parte en la calle Santo Domingo, son algo así de 280 metros, llega hasta la plaza del ayuntamiento, es el más tradicional y más peligroso, es donde mayor velocidad alcanzan los astatos y los últimos metros no hay lugar para escapar por parte de los mozos.
En la parte de abajo hay una animita, con una imagen de San Fermín, a la que los corredores le cantan varias veces una especie de plegaria minutos antes de comenzar el encierro.
En la plaza del Ayuntamiento y de las Mercaderes, el lugar es más ancho, de unos cien metros de largo.
Al final de Mercaderes, se enfila a la calle el Estafeta. En este lugar existe un truco para los que saben. Toman la parte izquierda, pues los todos por la inercia se dejan llevar por la derecha, algunos chocan con las vallas.
En la calle del Estafeta, los toros están cansados, pero se encuentran desordenados, por tanto ocupan todo el ancho y es peligroso puesto que no dejan un lugar de escape para los corredores.
En el tramo de la Telefónica, cerca 90 metros los toros van muy lentos, acá se congrega la mayor cantidad de corredores inexpertos y es donde mayor cantidad de accidentes se presentan.
Ya en el Callejón, el ancho de la misma es de tres metros, poco espacio para maniobrar, todos convergen manada y corredores. Es difícil mantener el buen equilibrio al ir corriendo en bajada.
Acá existen las llamadas gateras, son huecos en la parte inferior de las vallas por donde pueden escapar los que han caído.
Ya en la Plaza de Toros, el peligro es mínimo y los corredores se deben abrir hacia los costados y se pueden refugiar tras las barreas de la plaza. A penas se entra a la plaza se debe doblar a uno de los costados.
En este lugar están los dobladores, que llevan camiseta verde y capote que dirigen a los toros a los corrales.
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