Septima Compañia de Bomberos
“Bomba España”
Valparaíso
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“La más sublime virtud, hacer el bien sin mirar a quien, la más pura caridad, sacrificar la vida sin preguntar siquiera por quien se va al puesto del sacrificio”.
Con esta plegaria el diario El Mercurio de Valparaíso, daba el último adiós al voluntario Mártir de la 7º Cía., Bomba España don “Alfredo Bilbao Fernández”, en su portada del día 5 de mayo de 1894.
El voluntario Alfredo Bilbao Fernández, cayó en el cumplimiento del deber el día 3 de mayo de 1894, siendo el primer mártir de la Compañía.
Alfredo Bilbao Fernández nació en Torrelavega, Santander España. Llegó a Valparaíso a trabajar en la tienda de su hermano José, quien la tenía en la calle Victoria de Valparaíso. Su hermano también era bombero y fue el quien lo llevo a la Bomba España.
Fue un 3 de mayo en la madrugada, cuando los pitos de los policías daban la alarma a Fuego en la calle Esmeralda 92. (Hoy 1132), lado del cerro. El edificio Aldunate era el afectado, su dueño era don Ambrosio Aldunate. Cuando llegaron los bomberos, la única escala de madera estaba en llamas, y el fuego comenzaba a propagarse a la casa del sr. Cox. Prontamente la 7º dio agua, la estaba obteniendo desde el mar. Al pitón se encontraba el vol. Alfredo Bilbao. Por la buena aplicación del pitón por parte del voluntario Bilbao, fue derivado al lado del edificio, hacia la construcción Montero, donde el fuego comienza a destruirlo. Para ello subió por una escala de caracol hasta el tercer piso de ese edificio. En esos momento el 2º Comandante vol. Horacio Carlos Sohs, de la segunda Compañía, subía hasta el lugar donde estaba el pitonero y ocurrió el mortal derrumbe, se diplomó todo la muralla desde el tercer piso y con ella, se llevó la vida del futuro mártir de la institución. El reloj de la desgracia marcaba las 02.15 horas, todos su compañero se abocaron en buscar al pitonero que se encontraba bajo los escombros. La altura de la caída fue de 10 metros de alto, altura muy peligrosa, por lo que su Capitán don Enrique Campusano, temió lo peor. La efectiva labor que momentos antes realizaba el pitón del mártir, opaco al traicionero fuego reduciéndolo a escombros, los mismos escombros apagaron el resto de fuego que quedaba. Todo el cuerpo dedico sus esfuerzos en buscar al vol. Séptimo. No fue hasta las 10.00 de la mañana que fue encontrado.
El Capitán dispuso su traslado al cuartel para ser velado, asistió el Intendente Regional, el primer alcalde Sr. Fischer y autoridades de la ciudad de toda índole a presentar sus respetos. La Décima Compañía de Santiago se presentó en el cuartel y formo guardia de honor.
El funeral se llevó a efecto el día 5 de mayo, con los honores correspondientes a un mártir, el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso formo con las bandas del Regimiento y del orfeón municipal.
La más excelsa entrega de una persona es dar la vida por una causa justa y humanitaria, caer en el cumplimiento del deber bomberil, no es algo que se busque, pero el juramento de los hombres de bien, es ayudar siempre al prójimo.
Los restos del primer mártir de la Compañía fueron trasladados posteriormente a Torrelavega, ciudad natal del voluntario por petición de la familia. En su tumba existe una placa recordatoria en el ejemplo de entrega del voluntario Mártir don Alfredo Bilbao Fernández, “Muerto en acto de servicio”.
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