Así como existe la “ampolleta centenaria”  que en un cuartel de bomberos lleva encendida 117 años,  existe un restaurant que lleva casi tres siglos atendiendo a sus cambiantes, variados y felices parroquianos. Pero dentro de este acontecimiento, mucho más digno de destacar es que su horno lleva encendido nada menos que 293 años.

El restaurant se encuentra en Madrid, y se llama “Restaurant de Botín”, y para mantener el horno listo para preparar su especialidad, que es el cochinillo, siempre debe estar encendido, dando su aroma peculiar de la preparación.

La bodega donde se ubica el local, data de 1590. Es propiedad actualmente de un sobrino de Botín, el que utiliza recetas que se han pasado de generación en generación.

El horno por la noche esta prendido con brasas por lo que en la mañanas esta con la temperatura  exacta que preparar su platos exquisitos.

En su interior aún se conserva, vinos, muebles, estantes, loza, etc., de diferentes épocas por la que ha pasado este prestigiado comedor, que todos los días atiende a todo dar sus capacidades.

Su administrador Luis Javier Sánchez Álvarez, indica que el “horno es la joya de la corona del restaurante y el elemento fundamental de su plato más popular, el lechón asado»

«El horno no se apaga desde hace 293 años. Pues hay que mantener el calor por la noche y tenerlo listo en la mañana. Es por eso que nunca se puede apagar. Tiene un aroma especial, es realmente increíble».