Mucho se ha escrito y por cierto, siempre es poco, lo grande que es la figura de la “Mamá”. Hoy viernes 10 de Mayo, se celebra en casi todo el mundo, el día de la Madre. (En algunos países varían en la fecha). Esta celebración es una de las pocas que tienen su alto valor por sí misma, en su significado. Un poco de historia, en los tiempos de Roma esta celebración se llamaba Hilaria, que era una copia de los griegos. Se celebraba los días 15 de marzo en el templo de “Cibeles”, celebración que tenía una duración de tres días. No es que hasta hace “pocos” años atrás, en 1907, un doce de mayo, Anna Jarvis, quiso hacer un recuerdo a su madre, quien en vida, había realizado muchas obras de caridad, había organizado a grupos de mujeres enfermeras en la guerra de sucesión y logro acciones para las madres que trabajaban, tanto en salud como en bienestar, siendo los primeros pasos en este sentido. A partir de esta fecha, encabezo una activa campaña para que esta celebración, en la figura de la madre, se extendiera en todo Norteamérica. Como dato importante, en 1920, recriminó a la comercialización de esta celebración. No es una fecha comercial, es un día de celebración a la madre, indico en muchas oportunidades. Anteriormente en 1870, Julia Ward poetisa había proclamado instaurar un día para la celebración del día de la madre. Hoy es el momento para saludar, como siempre, pero en forma especial y efusiva a nuestras madres. Ellas hoy más que nunca, se deben sentir especiales, porque sencillamente “lo son”. Es el día del regaloneo, de más caricias y de eternas palabras de amor. La madre es el refugio para nuestras penas, es la enfermera para nuestro cuerpo y para nuestra alma. Es la que nos entiende, la que nos anima, la que nos dice la verdad, nos corrige y nos orienta. Nos comprende y la que nos deja partir, a pesar de su sentimiento, para alcanzar nuestros propias sueños. No es tan importante un regalo, tal vez una flor, pero lo único importante es nuestro saludo cariñoso, con júbilo llenemos nuestros corazones para decir, “Feliz día Mamá”. Saludamos especialmente en este día a todas las madres de nuestros séptimos, con profundo cariño, les deseamos un lindo, saludado y merecido día de la Mamá. “Te vi parada allí, en el umbral de la puerta antigua, con vitrales de colores, con la sonrisa de siempre, me recibiste con cariño y emoción, como cada día. Tú linda sonrisa invita a la alegría del corazón. Hoy como echo de menos tu sonrisa, la energía de tú cariño y siempre las palabras de aliento. No eran tus palabras, no eran tus exquisitos queques, no eran tus miradas cariñosas, tus comprensiones. Ahora lo entiendo, eran lo que representaban, lo que sentías al querer entregar ese eterno amor. Como quisiera decir ahora, Hola Mamá, como estás, al tiempo que te regalo un beso, te robaría una miraba para guardarla por siempre en mi corazón.